Tarot Redondo MadrePaz

Corremos los velos a través del mito, el arte y los símbolos…


Vicky Noble, creadora del Tarot redondo Madre Paz, dice:

 

“El tarot es una serie de imágenes visuales portadoras de antigua sabiduría bajo la forma de enseñanzas secretas o esotéricas. Esta enseñanza oculta en los símbolos puede ser descifrada usando la mente intuitiva del hemisferio derecho del cerebro para leer las imágenes en las cartas. A través del estudio y meditación, el tarot inicia al lector en nuevos ámbitos de conocimientos psíquicos y de autocomprensión.”

 

Madrepaz es un Tarot que presenta una serie de 78 cartas que, a modo de gestalt o círculo de símbolos representa, activa, trae la fuerza vital de los rituales que las culturas femeninas matrísticas celebraban 30.000 años atrás. Porta sabiduría antigua que se actualiza en nuestro presente.

 

Estos símbolos reflejan una visión de Paz, buscan recuperar la esperanza y la construcción de un mañana alejado de la escacez, del odio, la destrucción, la ambición desmedida y las guerras, construcción que parte, tanto de nuestras historias personales, de nuestros relatos de vida, como de la acción mancomunada, el trabajo en comunidad y solidaridad. Madrepaz rescata la esencia de la energía femenina como creatividad, fertilidad y sensibilidad para polarizar y desactivar los efectos que el patriarcado ha ejercido en la historia de los pueblos.

 

Vicki Noble en su libro “Madrepaz” expresa que:

“La Diosa está inmersa en las profundidades del inconciente colectivo y personal; cualquier sistema de pensamiento o práctica que pretenda abrir el inconciente permitirá visualizarla”

 

La Diosa es la fuente de la conciencia matrística, es fuente de emociones, sentimientos, corazón.

Es un modo de conciencia creativa, intuitiva: lo femenino, espacioso como el Cielo.

El Tarot marca este espacio vacío y simbólico (como pauta de significados y significantes) a la vez, donde estos símbolos son arquetipos que llenamos con nuestros contenidos de vida.

Así, a través de las cartas vamos desentrañando el camino arquetípico de nuestra alma y los caminos que recorre en esta plano material.

Mirando meditativamente los dibujos de un mazo de Tarot, la mente está quieta pero también estimulada en un nivel profundo por antiguos símbolos espirituales que penetran en el corazón y lo van sanando.


La sabiduría de las cartas nos llega en forma de enseñanzas esotéricas (Blavatsky). Son continente de saberes que se han tenido que ocultar por poderes destructivos que atravesaron épocas pasadas. Pero nuestra fuente colectiva, nuestro inconciente se está recuperando para sacar a la luz las verdades eternas.

Nuestros desequilibrios actuales pueden ir sanando a partir de la armonía, reconociendo que todos estamos conectados, en espíritu, a este planeta.

 

La Diosa es sinónimo de creatividad, fertilidad, procreación, preocupación por el otro y su cultura incluía a todos los niños por la línea de descendencia materna, por lo cual no existían hijos ilegítimos.

 

Estas culturas antiguas tomaban al elemente fuego como liberador, observaban al cielo, manifestaban su arte, una cosmovisión de la vida y una ecología de su entorno. Todas estas fueron manifestaciones que quedaron plasmadas en cavernas, grutas, montañas a través del arte rupestre.

 

Estos pueblos, mediante sus esculturas, grabados y dibujos, visibilizaron el culto que brindaban a la Fertilidad femenina, a la abundancia de la Tierra. Así, los primeros calendarios de los que se tienen conocimiento, se basaron en los ciclos menstruales y en las fases de la luna.

 

 

La religión, la ciencia y la medición del tiempo no estaban separados del cuerpo ni de los misterios biológicos o de la fertilidad, de la sexualidad y la reproducción.

 

Ellos eran un cuerpo de conocimientos, antiguo marco holístico del que nos hemos apartado y hoy empezamos a redescubrir a través de nuestros conocimientos, por medio de la intuición.

 

Esta cultura matrística una vez existió y Vicki Noble da un marco histórico, mitológico y artístico que demuestra, a partir de sus investigaciones a lo largo del mundo, que está presente en nuestra humanidad, inclusive en la actualidad.

 

El patriarcado impuso, en las culturas antiguas, el dominio y la sumisión en lugar de las relaciones equitativas, mancomunadas, solidarias y amorosas.

 

Dice Vicky:

“El patriarcado busca suprimir el resentimiento de sus inferiores, justificando su rol a través de una persuasiva ideología y cuando fallan en la mistificación, recurren a la violencia bajo el aspecto de leyes. Sus métodos los alejan de las satisfacciones mas profundas de la vida. Se les hace difícil sentir. Los patriarcas no son felices y están extremadamente confundidos acerca de cómo alcanzar la paz, lo que en general miran como una ausencia temporal de batallas.”

 

Podemos comenzar a recuperar esta visión que el patriarcado suprimió para que, a partir de sus valores, sus virtudes y sus acciones, sanemos nuestra civilización, integrando ambas energías: la masculina y la femenina como polos opuestos complementarios que dejan atrás sus cargas negativas.